Turismo refrescante en Ataco

Para las personas que sienten que el festival gastronómico de Juayua ya no les ofrece nada novedoso,  recordemos que adelante de Apaneca, encontramos Ataco, una ciudad  que sus habitantes están decorando, pintando, arreglando y mejorando para atender a los turistas locales y extranjeros.

Juayua muchas veces puede ser la opción más inmediate para los que nos queremos alejar de la tensión, el estrés, el calor y la contaminación de la ciudad para viajar a la montaña, a comer o descansar. El festival de  comida, los Chorros de la Calera son atractivos que los habitantes locales han sabido explotar, lo que atrae a una gran cantidad de turistas los fines de semana. Pero que sucede cuando vamos y nos damos cuenta que todo es igual de estresante allá. No encontramos parqueo, las calles están topadas de comercio, artesanías, de puestos de comida, del humo de las cocinas, la gente amontonada, unos buscando mesas otros simplemente caminando, el conga bus, el trencito, los caballos, sorbeteros, etc.

Entonces, tal vez Juayua ya no es aquel paseo tranquilo y agradable que buscabamos. Es por esa razón que contamos con un nuevo lugar, con cafés, restaurantes, tiendas y también su propio festival de comida, no tan grande como el de Juayua, sin embargo esta menos saturado, menos comercializado.

Concepción de Ataco es aire fresco, con buena cocina, hoteles y sobre todo la tranquilidad, aquella que andabamos buscando.  Aquí, el turista puede caminar por sus calles empedradas con tranquilidad, sin temor a que el «conga bus» o el trencito interfieran,  para disfrutar de las pinturas plasmadas en las paredes de las casas, esos murales que le llenan de alegría y colorido a la cumbre Apaneca. Se puede entrar a las tiendas de artesanías, pinturas, candelas, incienso, etc. No existe aquella aglomeración de personas, ni el sonido estridente de la música.

Bienvenidos todos a Ataco, que  se presenta como otra opción más en la gran sierra Apaneca.

Turismo en Metapán

Tal vez, cuando escuchamos hablar de Metapán pensamos en el cerro de Monte Cristo, bosque nebuloso y de impresionante frescura.  Esa reserva natural  que se une con el trifinio, lugar donde convergen las fronteras de Honduras y Guatemala.

Existe otra cara de esta ciudad, aquella  que quizás no se ha explotado en su totalidad.  Metapán ubicada al occidente de la capital, en el departamento de Santa Ana, le dicen la ciudad blanca, los caleros de Metapán, por su alta producción de cal. Ahí se encuentra la única fábrica de cemento del país. Es un municipio muy comercial, sus calles estan abarrotadas de negocios, vendedores ambulantes, mercado entre otros.

Al caminar por los alrededores de esta ciudad, los turistas podrán darse cuenta que sus calles son estrechas, algunas de adoquín, la estructura de sus casas  muestra aquella arquitectura al estilo Antigua Guatemala, con puertas de madera, ventanas con balcones y techos de teja. 

Metapán posee una muy bonita iglesia colonial que data del año 1743, este es uno de sus pricipales atractivos. Esta iglesia tiene un tunel subterránico que la conecta con la otra iglesia metapaneca. Este es uno de los primeros elementos turísticos que la ciudad debe de explotar y no lo hace. Todo parte de su centro histórico, justo enfrente del parque y la alcaldía.

Muchas veces, el calor puede ser agoviante, para refrescarse el turista tiene la opción de la montaña pero además,  la ciudad blanca cuenta con las aguas de  uno de los lagos más grandes del país: el lago de Güija. También tiene una laguna. Aquí  podemos encontrar unos pocos restaurantes que ofrecen un lugar para disfrutar de la vista a la laguna, comer y descansar un rato.  Este segundo elemento hace que el valor turístico de la ciudad aumente.

Esto es solo una pequeña muestra de lo que los caleros tienen para atraer el turimos, en los cantones que rodean a Metapán encontramos muchos otros lugares interesantes,  hay minas, balnearios, incluso arqueología, pero esto lo discutiremos en futuros posts.

Como en Ibiza

 

Mi  pequeña Ibiza en El Salvador. El atardecer es hermoso. El agua por lo general tibia. Algunos locales están aprovechan el poco de sol que queda para pescar en la bocana. Todo aquel que camina por la playa, se tiene que detener  un momento para ver el final de un gran día. Muchos se toman fotos, los novios se abrazan y besan frente a ese espectacular paisaje. Cada quien busca el mejor puesto para visualizar el atardecer. De fondo suena la música «chill out» , unas mesas en la arena y los videos de surfistas locales complementan el ambiente que daría paso a la noche con su festival de sorpresas. 

Malabaristas que retan al fuego, batucadas, fogatas, baile, la música, se vuelve un carnavalito donde la gente se reune a disfrutar.

La playa El Tunco es uno de los lugares más atractivos para aquellos que quieren realizar deportes sobre sus olas y para las personas que quieren disfrutar de una buena comida, pasar la bien a la orilla del mar, disfrutar de un día romántico y una noche entretenida. Un lugar que poco a poco se va convirtiendo en un referente turístico de El Salvador.

Es una playa a la que llegan en su mayoría jóvenes, estudiantes universitarios con sus hieleras, boogies, skimboards y tablas de diversos tipos. Quieren pasar un buen rato, ya sea después de salir de clases o los fines de semana. También es un lugar muy visitado por los extranjeros que buscan nuevos retos en Surf, la buena compañía del mar y el calor de las fiestas nocturnas.

Hace poco hablaba con un Hawaiano y me comentaba que las olas de aquí no hacían el clásico tunel al que estaba acostumbrado a surfear, decía que las olas se quebraban diferente. Eso era un reto para él, por eso disfrutaba del Tunco.

Para los que no son amantes del surf, El Tunco ofrece otras opciones. La comida que ofrecen los restaurantes y bares es muy variada, desde sopa de gallina «india» hasta los mariscos populares, conchas, ostras, pescado, etc, y los precios son comodos. Estan también sus hoteles, que pueden ir desde un cuarto con baño compartido hasta cuartos privados. Es una zona con gran crecimiento comercial.

Para llegar, solo es cuestion de 30 minutos desde la capital. En estos días el trayecto puede tardar más por la ampliación de la calle al litoral, además de que estamos cerca de las vacaciones de Semana Santa. El acceso hasta la playa es en su totalidad pavimentado por lo que se puede llevar vehículo bajito sin ningún problema. Tal vez llamarla Ibiza sea un poco exagerado, pero el ambiente hace que este lugar sea extraordinario.

Aquí tienen algunos links www.restaurantelabocana.com o www.rocazunsal.com

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